EL CAMBIO EN UN PAÑUELO
Día 22/01/2012
PUEDE que no sea suficiente. Que los ERE fraudulentos, las subvenciones trucadas, la rebelión de los funcionarios, la suspensión de pagos ficticia, el 30 por ciento de paro y hasta la cocaína envuelta en papelinas de futuro no basten para inclinar la balanza del cambio andaluz. Ni siquiera los treinta años de poder que han desgastado el régimen hasta cuartearlo y provocar en la Andalucía urbana y litoral una necesidad casi física, higiénica, de alternativa. El vuelco ha cuajado en sectores sociales inéditos, hasta hace muy poco tiempo apegados a la rutina hegemónica, pero aún está por alcanzar el llamado voto biográfico del medio rural y las agrociudades, donde mucha gente vota según una vieja memoria familiar que conserva un fuerte prejuicio contra la derecha. Y donde el clientelismo, la red de subvenciones y transferencias directas de renta, mantiene una importancia decisiva en un sistema de vida que la propaganda socialista declara amenazado por un posible triunfo del PP. No, el signo de los idus de marzo no está decidido. Las elecciones se van a ventilar en un pañuelo, quizá en un solo escaño de diferencia. Y quienes sueñan con un cambio profiláctico que desinfecte una Administración corrompida aún pueden sufrir el peor de los desengaños: encontrarse a este PSOE terminal apuntalado por la coalición con una Izquierda Unida trasnochada.
Empleados Públicos de la Junta de Andalucía. MÁLAGA. 